jueves, 12 de noviembre de 2009
PIZZA PAYASO 2
Como ya sabéis, cocinar con los niños es una de las actividades con las que más disfrutan ellos… y nosotros. Pero además de elaborar platos divertidos y apetitosos para ellos, tenemos que buscar que, al mismo tiempo, sean nutritivos y les alimenten bien.
Hoy os presentamos una receta muy sencilla en la que podrán manipular diferentes tipos de alimentos al tiempo que dibujan una cara divertida con ellos. Hablamos de la pizza payaso.
Ingredientes: 1 base de pizza, 200 gramos de queso mozzarella, 250 gramos de tomate sofrito, un par de lonchas de queso, un par de lonchas de jamón cocido, unas rodajas de pimiento verde o rojo, y algunas aceitunas.
Modo de hacerlo:
* Preparamos la base de la pizza (bien la elaboramos nosotros mismos como nos enseñó Belén en otra ocasión, la descongelamos o, simplemente, la sacamos del envoltorio). Sobre la misma comenzamos a expandir una base de tomate frito (si se prefiere se pueden poner rodajas de tomate natural), y encima se coloca el queso mozzarella cortado también en rodajas hasta cubrir toda la base.
* A continuación utilizamos el resto de los ingredientes para decorar nuestra pizza. Con el jamón cocido podemos crear la nariz del payaso colocando una loncha enrollada. También podemos hacerle una vistosa pajarita a su vez decoraremos con trocitos de aceitunas, tiritas de pimiento o redondeles del queso loncheado.
* Con dos aceitunas enteras le ponemos los ojos al payaso y con tiras de pimiento y queso dibujamos una boca grande y divertida. Las cejas y las orejas también pueden ser de pimiento rojo o verde. Y más láminas finitas del queso, del tomate y del pimiento pueden hacer las veces de un pelo colorido.
* Una vez que esté lista la metemos al horno (previamente calentado) y la dejamos unos 20 ó 25 minutos a 180 grados.
Ya tenemos lista nuestra pizza payaso. En cualquier caso, las indicaciones que os damos sobre la creación de la cara simpática son orientativas. Si cogéis los ingredientes que haya en vuestra nevera y los dejáis en manos de vuestros hijos, comprobaréis que su imaginación no tiene límites.
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